Existe desconfianza por la presunta digitación de fiscales de Delitos Económicos en casos que involucran a políticos y donde están en juego millonarios desfalcos. Saltan de nuevo conjeturas sobre el desenlace impune dependiendo el agente que realice la investigación penal.
Las críticas del exfiscal adjunto Carlos Arregui, actual concejal de Asunción y candidato a diputado, sobre que se direccionan las causas en la Unidad Especializada de Delitos Económicos y Anticorrupción reavivaron las dudas y desconfianza sobre los agentes que deben investigar los fatos del gobierno, hechos de corrupción y el enriquecimiento de funcionarios públicos.
Arregui estaba antes a cargo de la mencionada Unidad e indicó que actualmente la unidad especializada direcciona los casos a fiscales a medida de los investigados.
El concejal hizo referencia en la designación de Yolanda Portillo para investigar al fiscal general del Estado Javier Díaz Verón y su esposa María Selva Morínigo, por supuesto enriquecimiento ilícito.
El exadjunto inclusive dijo que no va a pasar nada porque la investigación es una “bofetada” y “gran mentira”.
Asimismo, Arregui cuestionó que el actual adjunto de Delitos Económicos, Federico Espinoza, no se aparte del caso al tener parentesco con Díaz Verón.
Todas estas declaraciones reavivaron las sospechas de digitación de fiscales para investigar a denunciados.
Inclusive desde hace un tiempo se hacen conjeturas sobre el final de los procesos, dependiendo de que fiscal resulte asignado para llevar a cabo la investigación.
Es vox populi también que las imputaciones y acusaciones son también utilizadas de forma política porque existen denuncias que no se desestiman por años y los procesos “saltan” de manera oportuna cuando un partido político necesita.
A todos estos cuestionamientos se sumaron los audios que desnudaron el tráfico de influencias con aprietes y negociados de causas desde el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
El mismo adjunto Federico Espinoza es mencionado por el exsecretario Raúl Fernández Lippmann, quien le requirió específicamente que aparte al fiscal José dos Santos del caso de pleito de tierras de la Secta Moon, porque llevaba dos años de investigación y no imputaba.
En una conversación con la fiscala Nadine Portillo, Fernández Lippmann dijo textualmente: “Nadine, acá ko van a entrar unos capos para que esto no termine nunca y se siga cobrando, ¿entendés? Si es demasiado grande. ¿De qué sirve que nosotros terminemos en seis meses este tema? Nosotros lo que necesitamos es que esto se vaya a cinco, seis años ha rokaru. Yo te digo bien cómo son las cosas. ¿Para qué te voy a mentir? Yo no quiero... Yo te voy a decir una cosa. Yo le dije a Federico: ‘Disculpame, sacamos de ahí porque está lento, queremos llevar a lo de Igor (fiscal Igor Cáceres) porque ahí tenemos esperanzas de que él impute. Yo le fui sincero, yo no le mentí en ningún momento. Yo soy así”.
Espinoza nombró interino a Cáceres tras una recusación a Dos Santos y finalmente ese agente presentó la imputación penal.
Sistema de sorteo y turno
El actual fiscal adjunto de Delitos Económicos, Federico Espinoza, alega que las causas caen en una unidad específica por sorteo o por el turno cuando se trata de alguna denuncia en anticorrupción que necesita diligencias apresuradas de un fiscal. En un documento oficial de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupcón, de distribución de causas desde el 2014 al 2017, se observa cómo los fiscales Martín Cabrera y Luis Piñánez (que está en la exunidad del senador Arnaldo Giuzzio) son los que más recibieron denuncias por lo que se duda del sistema de sorteo. Cabrera acumuló 89 y muchas son de megaevasión, mientras que Piñánez recepcionó 44 causas nuevas.