El senador opositor Rafael Filizzola pidió que el Gobierno “se ponga las pilas” y dialogue abiertamente con todos los sectores sobre el proyecto de ley que crea la Superintendencia de Jubilaciones. Opinó que aprobar el proyecto en el Senado antes del receso parlamentario, como busca el cartismo, generaría una fricción innecesaria.
En comunicación con ABC Cardinal este martes, el senador Rafael Filizzola (Partido Democrático Progresista) insistió en la necesidad de un mayor diálogo entre el Gobierno, el Congreso, los trabajadores y los jubilados en torno al polémico proyecto de ley que plantea crear la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones y opinó que aprobar la ley “a las apuradas” antes del receso parlamentario sería una “muy mala idea”.
El presidente Santiago Peña y el ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, con apoyo de la bancada colorada cartista en el Senado, se mantienen en su postura de impulsar el proyecto de ley, que ha sido cuestionado por legisladores opositores y representantes de centrales obreras y de jubilados.
El senador Filizzola dijo que hasta el momento no ha tenido “muy buena experiencia de diálogo” con el ministro de Economía y expresó su deseo de que el Ejecutivo “se ponga las pilas y converse con los distintos sectores” afectados por la propuesta legislativa.
Los detractores del proyecto de ley cuestionan, entre otras cosas, la eliminación de la prohibición de que el Instituto de Previsión Social (IPS) financie al Estado por medio de la adquisición de bonos públicos con dinero de la caja jubilatoria, o el establecimiento de un consejo administrador de la Superintendencia de Jubilaciones que estará conformado por seis miembros, tres de ellos designados por el Ejecutivo, uno de los cuales tendrá poder de desempate.
La percepción, a decir de muchos detractores del proyecto, es que esa propuesta busca permitir que el Gobierno pueda disponer de los fondos jubilatorios para “calzar” el Presupuesto de Gastos de la Nación ante una aparente falta de fondos.
“Acá hay un problema de confianza; es la plata de los aportantes, es lógico que la gente esté preocupada”, dijo.
Modificaciones de último momento
El legislador opositor criticó la forma en que el Gobierno planteó el proyecto, con modificaciones de última hora a distintos artículos, algo que afirmó es un problema recurrente con la administración del presidente Peña.
Afirmó que el pasado miércoles a las 10:00, a poco de comenzar la sesión de ese día de la Cámara Alta, “seguían apareciendo modificaciones al texto”, que se sumaban a otras alteraciones hechas la noche anterior.
“Ni siquiera sabíamos exactamente cuál era el texto, no teníamos visión de conjunto de lo que se estaba tratando”, relató.
Cuestionó que no haya habido un debate inicial sobre “la filosofía del proyecto” con los miembros del Congreso antes de su presentación, explicando el modelo de la propuesta, experiencias comparadas y posibles amenazas, lo que el senador considera “el primer debate que tenés que tener cuando vas a tocar una ley tan compleja”.
Argumentó que, en la práctica, la Superintendencia de Jubilaciones según el proyecto del Ejecutivo va a funcionar según la misma lógica que el consejo administrador del IPS, “un consejo nombrado en un cien por ciento por el Ejecutivo para controlar a un superintendente también nombrado por el Ejecutivo”.
“No hay un modelo que permita que verdaderamente la Superintendencia esté orientada al interés de que las cajas funcionen correctamente, que se hagan las inversiones correctas y no para calzar el Presupuesto”, subrayó.
Aprobar este año, “mala idea”
El lunes, el senador Basilio Núñez (ANR), líder de la bancada del movimiento cartista Honor Colorado en el Senado, dijo que su intención es que el proyecto sea tratado este año, antes del receso parlamentario del 20 de diciembre.
El senador Filizzola opinó que esa le parece una idea “muy mala” que “va a generar mucha fricción” y posiblemente grandes movilizaciones de protesta.
El senador Filizzola dijo que la oposición está dispuesta a trabajar con el Gobierno para “sacar algo que represente las aspiraciones de todos” y coincidió en que una supervisión del sistema de jubilaciones es absolutamente necesaria.
Sin embargo, enfatizó que “eso lleva tiempo (…) Eso tiene que entender el Gobierno”.