Expertos del área de Salud dieron evidencias científicas para las medidas fiscales de salud pública, en el contexto de proyectos de incremento impositivo para tabaco, alcohol y gaseosas.

Exposición. Debate  fue en torno a  medidas impositivas que impacten en la salud pública.

En las puertas del tratamiento de los proyectos de ley de incremento impositivo para el tabaco, bebidas alcohólicas y azucaradas, expertos del área de salud tanto a nivel internacional como del país, expusieron ante senadores pruebas científicas de cómo se pueden alterar los patrones de consumo una vez que se incrementen impuestos sobre los productos como tabaco, alcohol y bebidas azucaradas, de manera de controlar el alto índice de personas con problemas de salud que ocasiona el consumo de los citados productos y que en el país pagan bajos impuestos en comparación a la región.

A iniciativa de la bancada del Partido Democrático Progresista, se reunió ayer en la sala de sesiones del Senado, un equipo conformado por consultores de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, la sociedad científica y autoridades del Ministerio de Salud, que coopera en el Convenio de Control del Tabaco.

La idea de la reunión fue fundamentar la intención de aplicar una mayor tasa impositiva a los productos en cuestión.

El consultor Maxime Roche, integrante de una misión de la OPS/OMS que está en el país, dijo que los impuestos pueden ayudar a reducir las muertes, porque al aumentar el precio pueden verse afectados los patrones de consumo.

“Un incremento del 10% disminuye en el 4% el consumo a corto plazo”, refirió.

Explicó que las medidas fiscales a aplicarse a los productos tienen una concepción de prevención, no de recaudación.

“El impacto sobre la salud, la muerte prematura, la discapacidad y la jubilación anticipada, son aspectos que hacen disminuir la productividad. Mayor gasto en salud entonces implica que las personas no pueden ahorrar ni hacer inversión porque gastan mucho en salud, lo que repercute en el bajo crecimiento económico y la desigualdad”, dijo.

Datos. El Viceministro de Salud, Julio Rolón, quien participó de la mesa, reivindicó que Salud promueve una tasa al tabaco del 70%, porque el gasto que ocasiona en el presupuesto enfrentar los problemas del tabaco, el alcohol y las bebidas con azúcar constituyen casi USD 300 millones.

La senadora Desirée Masi lamentó y calificó de chiste que el Ejecutivo con su paquete impositivo ponga un tope del 27% al tabaco cuando lo acordado era del 35%. Denunció que en política de Salud, el Ejecutivo se deja influenciar por cuatro gremios, entre los que nombró a la ARP, la Feprinco y la UIP, mientras que da la espalda a convenios y tratados.

 

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