El Senado definirá mañana a las 11:00, en sesión extraordinaria, si retira la investidura de legislador al suspendido senador cartista Óscar González Daher. Previamente, se le ofrecerá al parlamentario exponer su defensa sobre el escándalo de los audios que revelan extorsión desde el Jurado.
Esta mañana, el Senado le cursará una nota al suspendido González Daher para que concurra mañana a la sesión extraordinaria a ejercer su defensa por la decisión de la mayoría de aplicarle lo contenido en el artículo 201 de la Constitución referido a la pérdida de investidura.
En su sesión de ayer, estaba previsto que el pleno aprobase una reglamentación o un mecanismo para aplicar la inédita pérdida de investidura al legislador colorado. La senadora Desirée Masi (PDP) expresó su criterio de que no era necesaria una reglamentación por tratarse de una atribución discrecional de la cámara aplicar este castigo.
Se produjo un intenso debate en el que los oficialistas calificaron de inconstitucional la iniciativa. La discusión giró en torno a la necesidad de asegurar que el legislador pudiera ejercer su defensa.
Por otro lado, se debatió sobre la mayoría necesaria para aprobar la pérdida de investidura, dado que el artículo 201 no establece nada al respecto, por lo que se interpreta que es una mayoría simple.
Las dudas se debían a que, para castigos menos drásticos, como el de aplicar una suspensión de 60 días a un legislador, la Constitución establece que debe ser una mayoría de dos tercios.
El senador colorado Juan Carlos Galaverna advirtió que establecer una mayoría calificada no prevista en la Carta Magna devendría inconstitucional. El legislador mocionó hacer una sesión extra el viernes, citar a González Daher a ejercer su defensa y luego pasar a votar la pérdida de investidura, lo cual fue aceptado por amplia mayoría.
González Daher se expondría mañana a ser el primer senador en ser echado de su banca.
No descartan una renuncia
Según versiones en el ámbito político, la opción que le quedaría a González Daher es renunciar, de manera a tener una salida menos bochornosa de su cargo. Esta posibilidad se evalúa en el oficialismo, sopesando cuál sería el mal menor, ya que de todas maneras el legislador tiene asegurado volver en 2018.