Reunión del Consejo de la Internacional Socialista
Luanda, 27-28 de noviembre de 2015
Declaración de la IS sobre cambio climático y COP21
Original: inglés
Luego de las discusiones sobre cambio climático y la Cumbre de la COP21 en la reunión del Consejo de la Internacional Socialista en Luanda, los delegados estuvieron de acuerdo con el creciente reconocimiento de que el cambio climático es la principal amenaza para el futuro de la humanidad y se hace necesario contar con urgentes acciones concretas por parte de todas las naciones del mundo. La Cumbre de París puede bien ser la última oportunidad para evitar una catástrofe global y el Consejo detalló la visión de la Internacional Socialista para lograr un acuerdo vinculante, compromisos comunes, demandas diferenciadas y objetivos precisos, haciendo un llamamiento para lograr:
Objetivos más ambiciosos para las emisiones a fin de restringir el alza de la temperatura global a 2ºC;
Un resultado centrado en la justicia climática;
Financiamiento para el Fondo Verde del Clima para el año 2020 y siguientes;
Asistencia adicional para implantar medidas de adaptación en países que ya sufren los efectos del cambio climático;
El fin de los subsidios para combustibles fósiles;
Una acción concertada para reducir las emisiones provenientes de la deforestación y de la degradación forestal;
Iniciativas que beneficien una agricultura más eficiente y un consumo responsable;
Introducción de un impuesto global sobre el carbono;
Un acuerdo climático en concordancia con los Objetivos Globales;
Medidas estrictas, información y verificación del progreso hecho para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones;
La Internacional Socialista, sus partidos miembros y los delegados al Consejo tomarán medidas concretas para reducir sus propio impacto medioambiental;
Representantes de partidos miembros de la IS deberán tomar la iniciativa en París.
1. Los compromisos actuales no bastan
La ONU ha recibido objetivos de emisiones en forma de Previsiones de Contribuciones Determinadas Nacionalmente (INDCs) de parte de los países responsables de más del 90 por ciento de las emisiones globales, lo cual demuestra la voluntad de la mayoría de las naciones y gobiernos de esforzarse para llegar a un acuerdo global en París. Sin embargo, las promesas hechas sólo son suficientes para limitar el aumento global de la temperatura a un nivel entre 2,7º y 3ºC, un nivel muy por encima del objetivo de 2ºC establecido en Copenhague. Se debe ser más ambicioso, cualquier acuerdo en París deberá por lo menos incluir los mecanismos para una revisión al alza de los objetivos de emisiones y poder tener siquiera la posibilidad de lograr el objetivo de 2ºC de alza de la temperatura global. Esto significa establecer un ciclo de cinco años en el cual los países tendrán la obligación de aumentar sus compromisos, incrementando progresivamente la reducción de sus emisiones. Los países necesitan suplementar sus compromisos desarrollando y adoptando Deep Decarbonization Pathways (DDP), a fin de garantizar un futuro de cero carbono para el planeta.
2. Justicia climática y responsabilidades comunes pero diferenciadas
El principio de justicia climática se origina dentro de nuestro movimiento y siempre ha estado al centro de nuestra política climática. La IS continúa apoyando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, reconociendo el deber de los países desarrollados de hacer más y reforzar sus compromisos como resultado de la responsabilidad histórica que les cabe por las emisiones de gases de invernadero.
3. Financiamiento y Fondo Verde del Clima
Un posible obstáculo para los ambiciosos objetivos es el tema del financiamiento. El Fondo Verde del Clima (GCF), que tiene como objetivo el financiamiento para la mitigación y adaptación al cambio climático, es, por esta razón, un elemento esencial de cualquier acuerdo climático. No obstante haberse tomado importantes pasos para asegurar un financiamiento inicial para el GFC, la suma total prometida está lejos de ser suficiente y los acuerdos alcanzados en Lima en la COP20 no establecen un calendario claro para incrementar los fondos. La brecha entre la suma actualmente prometida y los 100 billones de dólares anuales prometidos después del 2020, necesita ser cerrada. La ausencia de una clara manera a seguir ha sido interpretada por algunos países en desarrollo como un signo de falta de compromiso con el GCF por las partes del Anexo I. Sin un progreso significativo, las negociaciones en París tendrán lugar dentro de un ambiente de desconfianza por parte de los países que dependerán del fondo en los años futuros. Por lo tanto, un acuerdo sobre la proveniencia de los fondos después del 2020 será indispensable para llegar a un acuerdo con el necesario nivel de ambición.
4. Asistencia adicional para la adaptación donde ya es necesaria
Es importante reconocer que los efectos del cambio climático ya se hacen sentir en muchos países y de manera desproporcionada en las economías menos desarrolladas del mundo. Es por ello necesario asegurar que se preste un adecuado financiamiento no solamente para la mitigación del clima sino también para la adaptación. La lamentable necesidad de tener que invertir en costosas medidas de mitigación de los efectos del cambio climático en áreas vulnerables, debería servir de señal de alarma si no se actúa ahora mientras todavía existe la oportunidad de evitar un cambio climático extremo que a la larga terminará siendo mucho más costoso.
5. El fin de los subsidios para combustibles fósiles
Para poder lograr los objetivos de reducción de emisiones de carbono, se hace imperativo poner fin a nuestra dependencia en los combustibles fósiles. Para lograrlo, será necesario comenzar un proceso de abolición sistemática de todos los subsidios a combustibles fósiles que incitan a un excesivo consumo de energía y son un gran obstáculo para el progreso. Esto necesita ser un proceso cuidadosamente manejado, implementado de manera que no dañe al desarrollo. El objetivo debería ser reemplazar los subsidios a combustibles fósiles con subsidios a energía limpia, a través de inversiones en la economía verde, lo cual entregaría beneficios a largo plazo, tanto a nivel económico como medioambiental.
6. Reducir las emisiones de la forestación (REDD+)
El acuerdo alcanzado en la COP21 deberá proveer reducciones en las emisiones de gases de invernadero provenientes de todos los sectores, incluyendo la deforestación y la degradación forestal, que representan cerca del 20 por ciento del total global. Reiteramos nuestro apoyo al mecanismo REDD que tiende a dar un valor financiero al carbono almacenado en bosques, y ofrece incentivos a los países en desarrollo para reducir las emisiones de tierras forestales por medio de inversiones en opciones bajas en carbono para alcanzar un desarrollo más sostenible. REDD+ incluye además factores de conservación, administración de bosques y aumento del almacenamiento de carbonos forestales.
7. Reducir las emisiones de la agricultura
La reducción de emisiones provenientes de la agricultura significa un importante beneficio medioambiental, al ser el sector directamente responsable de más del 10 por ciento de todas las emisiones de gases de invernadero causadas por el hombre. Las medidas de reducción de las emisiones pueden también mejorar la eficiencia, lo que reduciría los costos y ahorraría dinero. Se deberá trabajar también para sensibilizar al público sobre la importancia de las emisiones provenientes de la producción de los alimentos que consumimos, a fin de que los consumidores puedan hacer sus elecciones bien fundamentadas y cuidadosas del medio ambiente.
8. Un impuesto global sobre el carbono
Un impuesto global sobre el carbono alentará a los gobiernos, negocios y ciudadanos a disminuir su dependencia de los recursos que emiten carbono. La recaudación de este impuesto podría utilizarse con enormes beneficios para reducir el costo de energía proveniente de fuentes alternativas, financiar la mitigación del cambio climático y las medidas de adaptación y promover el desarrollo sostenible como una manera de poner fin a la pobreza. Crear una relación entre el costo en carbono del alimento que consumimos y su costo monetario, podría igualmente ser una herramienta efectiva para incentivar un cambio a una dieta más sostenible medioambientalmente.
9. Un resultado que refleje los Objetivos Globales
Nuestra visión de un futuro sostenible incluye asimismo la búsqueda de los Objetivos Globales que fueron acordados en la Cumbre del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en Nueva York en septiembre. El logro de los objetivos de erradicación de la pobreza, reducción de la desigualdad, igualdad de género y construcción de un mundo más seguro, va mano a mano con la voluntad de abordar el cambio climático, lo cual podría exacerbar muchas de las dificultades que enfrenta el mundo en desarrollo.
10. Medidas, información y verificación
Los previos intentos para alcanzar un acuerdo han encontrado dificultades debido en parte a una desconfianza en la sinceridad de los compromisos adoptados por países para reducir sus emisiones. Por esta razón, se necesita un sólido sistema de medida, información y verificación (MRV). En casos en que las naciones con economías en desarrollo no cuenten con capacidad para medir de manera efectiva y correcta sus emisiones, recursos tecnológicos y logísticos, y conocimientos y experiencia, deberán ser compartidos para permitir el sistema MRV.
11. Responsabilidad individual
El Consejo de la IS considera que la lucha para prevenir el irreversible cambio climático es importante desde el punto de vista personal y también desde una perspectiva política y gubernamental. Por esta razón, los partidos miembros de la IS resuelven tomar acciones concretas para reducir el impacto sobre el medio ambiente y alentar a sus miembros a hacer lo mismo. De esta manera, nuestro movimiento puede dirigir con el ejemplo de sus acciones como también de sus políticas. De acuerdo con este compromiso, la Internacional Socialista buscará reducir el impacto medioambiental en sus propias reuniones, explorando maneras de reducir el uso de material impreso a través de la distribución electrónica de sus documentos.
12. Tomando la iniciativa en la COP21
Sin fuertes compromisos en París el futuro del planeta se presenta sombrío. Creemos que siguiendo el marco de trabajo citado más arriba, la COP21 puede ser el momento cuando el mundo se una para avanzar hacia una sociedad mundial sostenible. En consecuencia, el Consejo hace un llamamiento en particular a los partidos miembros de la IS que se encuentran en gobierno, a trabajar incansablemente durante la Cumbre para lograr un resultado basado en los ideales socialdemócratas.